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lunes, 1 de junio de 2020

martes, 26 de mayo de 2020

Programa 26 de Mayo 2020: Homilía del 4 de Diciembre de 1977


CRISTO, CENTRO Y FIN DE TODA LA HISTORIA HUMANA


SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO


4 de Diciembre de 1977

Isaías 11, 1-10
Romanos 15, 4-9
Mateo 3, 1-12
San Pablo hablando a los Romanos ha dicho las palabras que se han leído hoy en el 2º Domingo de Adviento, es decir, cuando la Iglesia está reflexionando en ese inmenso amor de Dios que nos manda a su propio Hijo para salvarnos de todos los problemas de la historia. Me han impresionado mucho para esta homilía las primeras palabras de San Pablo, porque creo que esto es lo que está dando la pauta a mi modesta contribución de difundir la palabra de Dios en este ambiente tan difícil del El Salvador.

lunes, 25 de mayo de 2020

Programa 25 de Mayo 2020: Homilía del 1 de Diciembre de 1977


A LAS MADRES POR SUS HIJOS DESAPARECIDOS


1 de Diciembre de 1977

Queridos hermanos sacerdotes que concelebran esta Eucaristía para implorar la misericordia de Dios y el consuelo de tantos corazones, queridos fieles que en esta ocasión se solidarizan con las angustias de estas familias y con el misterio de la iniquidad que hace desaparecer gente de la sociedad:


domingo, 24 de mayo de 2020

Programa 24 de Mayo 2020: Homilía del 7 de mayo de 1978


LA HORA DE LA GLORIFICACIÓN


ASCENSIÓN DEL SEÑOR


7 de mayo de 1978

Hechos 1, 1-11
Efesios 1, 17-23
Mateo 28, 16-20
El año litúrgico, que vamos siguiendo domingo a domingo, está hoy en la semana culminante. La Ascensión de Cristo celebramos este domingo, y el próximo domingo, la venida del Espíritu Santo. La obra de Cristo que anunció antes de Navidad el gran misterio del Dios que se hizo hombre que nos conmovió durante esos días felices de la Navidad y de la Epifanía, el misterio de un Hombre-Dios que muere en una cruz y resucita por nosotros; fue preparado durante toda una Cuaresma y desde la Pascua, Sábado Santo en la noche, hasta hoy, Ascensión y Pentecostés, cincuenta días de plenitud, de júbilo, de esperanza, llega a coronarse la obra de Cristo. Y éste es el sentido de la fiesta de hoy.

Asistamos pues, a nuestra liturgia dominical con espíritu nuevo a alentar en esta fuente de santidad, de regocijo, de alegrías profundas, nuestro caminar en la historia. Por eso, este cuidado que debe tener el predicador de la homilía de ir iluminando con ese misterio de Cristo, que siendo el mismo porque es eterno, las realidades concretas de la historia. Es un deber, difícil muchas veces, porque esa luz de la redención que ilumina nuestro paso en la tierra muchas veces tiene que iluminar cosas muy desagradables. Pero tiene que hacerlo, sino, no fuera del Evangelio la luz del mundo, la lámpara de nuestro paso.





sábado, 23 de mayo de 2020

viernes, 22 de mayo de 2020

Programa 22 de Mayo 2020: Homilía del 20 de Noviembre de 1977


CRISTO, REY MESIÁNICO


JESUCRISTO REY


20 de Noviembre de 1977

2 Samuel 5, 1-3
Colosenses 1, 12-20
Lucas 23, 35-43

Queridos hermanos:

El pueblo peregrino en la tierra que marcha guiado por el Espíritu del Señor y por su divino conductor, Cristo, rey de las naciones, llega al final del año litúrgico. Como que termina, pues, una meta de esta peregrinación. El año litúrgico es el despliegue, a lo largo de los doce meses, de la personalidad de este rey y de su reino, de sus características. De modo que, a esta altura, todos nosotros que gloriamos del título de cristianos, debíamos de estar más conscientes del personaje que seguimos, Cristo rey, y de las características del reino al que él nos ha convocado y nos ha admitido por el bautismo. Este reino, y este rey, está bien encarnado en esta tierra. Su reino es un reino para los hombres, concretos de la historia. Y por eso al llegar a este final litúrgico del año 1977, me da gusto que hemos ido pasando con nuestra peregrinación por los hechos concretos de nuestra patria, de nuestra sociedad, de nuestra familia, de nuestras mismas preocupaciones personales.


jueves, 21 de mayo de 2020

Programa 21 de Mayo 2020: Homilía del 13 de Noviembre de 1977


LA PERSPECTIVA ETERNA


TRIGÉSIMO TERCER DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO


13 de Noviembre de 1977

Malaquías 4, 1-2a
2 Tesalonicenses 3, 7-12
Lucas 21, 5-19
Enmarcamos la homilía, que no es otra cosa que la palabra de Dios aplicada a los que estamos reflexionándola en este día, en hechos que nos han conmovido, ya sea en la vida nacional, familiar o privada. En primer lugar, yo quiero unirme a la condolencia de la familia de don Raúl Molina, asesinado ayer en un intento de secuestrarlo, como todos saben. De nuevo el repudio a la violencia, y la Iglesia unida al sufrimiento de las víctimas de la violencia: Esta es la posición clara por la cual duele al corazón del pastor, que se tergiversen sus intenciones y se le calumnie hasta el punto de creerlo instigador de asesinatos. Recordarán ustedes que, también, a los policías muertos les enviamos nuestra condolencia a la familia y repudiamos también el crimen que acaba con la vida. Para don Raúl, pues nuestra oración esta mañana pidiendo su eterno descanso, la misericordia del Señor, y para toda la patria el deseo, pues, de que estas escenas violentas vayan desapareciendo. El otro gran acontecimiento que llena nuestra semana ha sido la manifestación obrero-campesina que sintió el Ministerio de Trabajo. Se pidió la mediación de la Iglesia. Con todo gusto la hemos ofrecido con el mismo espíritu de servicio y de buscar justicia para nuestro pueblo. Al principio se negó. El Señor Presidente nos mandó decir que no negociaría con organizaciones ilegales. A este propósito se comunicó por la radio un comunicado manifestando nuestra buena voluntad, y a pesar del rechazo, invitando al diálogo y a la cordura, que no fuera a haber violencia en esa situación. Gracias a Dios, después fue aceptada la medición y por medio de nuestro estimado Vicario General, Monseñor Urioste, pudo llegarse al arreglo que todos conocen. Esperamos que las promesas hechas ayer sean realizadas con justicia, que las huelgas terminen y que la voz de los campesinos también sea oída.







miércoles, 20 de mayo de 2020

Programa 20 de Mayo 2020: Homilía del 6 de Noviembre de 1977


LA IGLESIA ESCATOLÓGICA


TRIGÉSIMO SEGUNDO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO


6 de Noviembre de 1977

2 Macabeos 7, 1-2. 9-14
2 Tesalonicenses 2, 15 – 3, 5
Lucas 20, 27-38
Esta misa, queridos hermanos, cada vez me parece más la reunión de familia, la familia de la comunidad Arquidiócesana que, reunida en la Catedral, templo de la comunidad, y a través de la radio presente también el pastor con muchas comunidades parroquiales, comunidades de base, en ermitas o en hogares, comparte las alegrías, las esperanzas, las angustias, los ideales, que deben ser común para todos nosotros. Y por eso, esta especie de noticiero o de avisos que inicia la homilía no es simplemente por informar. Es para compartir, para los que simpatizan con la Iglesia sientan la unidad de estos ideales, o de estas esperanzas o tristezas, y los que no comparten con nosotros al menos conozcan el camino por donde marcha nuestro pueblo de Dios. Pero me da gusto saber que cada día van aumentando más los que simpatizan con la vida de la Iglesia -no conmigo, yo soy muy secundario como persona, sino con la Iglesia, a la que indignamente yo represento, sabiendo que todo aquel que me aprecia, a Jesucristo, a quien represento, y todos aquellos que me calumnian, que me desprecian, que me persiguen, no es en mi persona donde termina esa actitud de rechazo, sino que rechazan al mismo que me envía-. Yo me alegro, pues, con todos aquellos que cada día se convierten más al Señor. Y ojalá, el fruto de mi palabra, fuera ese acercar los hombres a Dios. Como decía Juan Bautista, este es mi ideal, que él, Jesucristo, crezca y yo disminuya, desaparezca. En este sentido les cuento, hermanos, casi mi diario de esta semana.



martes, 19 de mayo de 2020

Programa 19 de Mayo 2020: Homilía del 1 de Noviembre de 1977


LOS CAMINOS DE LAS BIENAVENTURANZAS


TODOS LOS SANTOS


1 de Noviembre de 1977
El Paisnal

Apocalipsis 7, 2-4. 9-14
1 Juan 3, 1-3
Mateo 5, 1-12a

 Yo he querido venir con mucha devoción, con mucho cariño, a esta celebración que se está realizando en la Iglesia de El Paisnal. Fue una invitación, una invitación, una iniciativa, de las queridas religiosas oblatas al Sagrado Corazón que, en colaboración convalientes catequistas y asesoradas por la pastoral de la Arquidiócesis, están manteniendo esta llama de la fe, en este difícil ambiente de Aguilares, de El Paisnal y de todos los cantones.
Mi presencia aquí, quiere ser entonces, un apoyo a esta pastoral, a esta hora heroica, de quienes no se avergüenzan de la Iglesia en estas horas de prueba, como acaba de decir al Apocalipsis, "la gran tribulación".




lunes, 18 de mayo de 2020

Programa 18 de Mayo 2020: Homilía del 30 de Octubre de 1977


SIGNOS DE LOS TIEMPOS


TRIGÉSIMO PRIMER DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO


30 de Octubre de 1977

Sabiduría 11, 23 – 12, 2
2 Tesalonicenses 1, 11- 2, 2
Lucas 19, 1-10
Además de la lectura de la Biblia, que es la palabra de Dios, un cristiano fiel a esa palabra tiene que leer también los signos de los tiempos, los acontecimientos, para iluminarlos con esa palabra. Yo voy a señalarles unos cuantos signos y luego he suplicado a Monseñor Rivera, que él nos dé la interpretación bíblica, la homilía propiamente. Y en primer lugar, quiero que analicemos y veamos a la luz de la fe este espectáculo de dos obispos celebrando la eucaristía. Somos los sucesores de los apóstoles, que a través de los tiempos vamos llevando al pueblo, a la historia, la revelación de Dios. Los obispos somos los encargados, los maestros autorizados para cuidar el depósito de la fe y transmitirlo y, al mismo tiempo, hacer vida presente la redención de Jesucristo.



domingo, 17 de mayo de 2020

Programa 17 de Mayo 2020: Homilía del 30 de abril de 1978


CRISTO VIVE, CRISTO HA RESUCITADO. LO VERÁN Y VIVIRÁN

SEXTO DOMINGO DE PASCUA


30 de abril de 1978

Hechos 8, 5-8. 14-17
I Pedro 3, 15-18
Juan 14, 15-21




sábado, 16 de mayo de 2020

Programa 16 de Mayo 2020: Homilía del 23 de Octubre de 1977

Escuchar Programa

LAS MISIONES

TRIGÉSIMO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO
DOMINGO DE LAS MISIONES


23 de Octubre de 1977

Isaías 60, 1-6
Romanos 10, 9-18
Mateo 28, 16-20

Hoy celebramos, queridos hermanos y estimados radioyentes, el Día Mundial de las Misiones. Vamos a sentirnos todos, pues, miembros vivos de un pueblo que ha recibido de Dios el encargo de llevar su luz a todos los hombres de la tierra. Pero, este pueblo de Dios se concreta en cada comunidad y vive en la historia concreta, su ambiente, y desde allí tiene que ser misionero. Por eso, aunque sea un poco prolijo, hago siempre un poco de la historia nuestra, del ambiente en que este pueblo de Dios que se llama la Arquidiócesis de San Salvador se mueve con sus preocupaciones, con sus problemas concretos.


viernes, 15 de mayo de 2020

Programa 15 de Mayo 2020: Homilía del 16 de Octubre de 1977


IGLESIA EN ORACIÓN, IGLESIA MISIONERA


VIGÉSIMO NOVENO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO


16 de Octubre de 1977

Éxodo 17, 8-13
2 Timoteo 3, 14 – 4, 2
Lucas 18, 1-8
Es como una reunión de familia, con no sólo los que asisten y llenan la Catedral (me da mucho gusto ver la asistencia, que es cada vez más consoladora para el pastor), sino también a través de las comunidades que allá en las parroquias, en los cantones, unidos a esta transmisión de nuestra radio católica, nos congregamos para ver la realidad por donde va peregrinando nuestra Iglesia particular, que tiene que ser como Cristo le ha mandado, sal de la tierra y luz del mundo. Y desde allí, nosotros, pues, orientamos nuestra historia personal, nuestros problemas de familia y nuestros problemas sociales. Debemos de aprender a iluminarlos con la palabra del Señor. Por eso me gusta recordar aquí, no todos los acontecimientos que en esta época se suceden con una velocidad tan vertiginosa, que un día para otro ya le quitan importancia a lo que de veras es importante.



jueves, 14 de mayo de 2020

Programa 14 de Mayo 2020: Homilía del 9 de Octubre de 1977


LA IGLESIA DE LA PROMOCIÓN INTEGRAL


VIGÉSIMO OCTAVO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO


9 de Octubre de 1977

2 Reyes 5, 14-17
2 Timoteo 2, 8-13
Lucas 17, 11-19

Queremos agradecer, ante todo, la presencia activa de la juventud de Santa Tecla con su conjunto musical. Se siente, de veras, la alegría y la esperanza que la juventud pone en Cristo. Todos los domingos tenemos aquí la oportunidad de ir conociendo estos conjuntos musicales, parte viva de la liturgia de la Iglesia, y queremos agradecer ahora, pues, a todos los que han venido participando e invitar a todas las comunidades que tengan sus coros a que se anuncien para irlos organizando y tomar parte de esta misa, que es la misa principal de la Arquidiócesis; y la Catedral, que es el signo de la unidad, recoja esas voces, que a lo largo de toda la Arquidiócesis cantan la gloria del Señor.



miércoles, 13 de mayo de 2020

Programa 13 de Mayo 2020: Homilía del 2 de Octubre de 1977


LA IGLESIA, COMUNIDAD DE FE


VIGÉSIMO SÉPTIMO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO


2 de Octubre de 1977

Habacuc 1, 2-3; 2, 2-4
2 Timoteo 1, 6-8. 13-14
Lucas 17, 5-10
La palabra divina, queridos hermanos, debe ser para nosotros que creemos en ella, la luz que alumbra nuestros pasos; la que ilumina, también, de consuelo nuestras aflicciones, la que le da razón a nuestras esperanzas. Por eso, me gusta evocar con todos ustedes, esos hechos que vivimos en la semana para iluminarlos junto con esos hechos públicos, familiares íntimos, que tienen que ser también iluminados con la palabra de Dios, y porque para la Iglesia todo lo humano le interesa. Ella, como dijo el Papa un día, es la vida de la humanidad.



martes, 12 de mayo de 2020

Programa 12 de Mayo 2020: Homilía del 25 de Septiembre de 1977


EL RECTO USO DE LOS BIENES QUE DIOS HA CREADO

VIGÉSIMO SEXTO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO


25 de Septiembre de 1977

Amós 6, 1a. 4-7
1 Timoteo 6, 11-16
Lucas 16, 19-31
Queridos hermanos:

Como lo anunciamos, les invito a que toda la intención de esta misa y de todas las oraciones que se están haciendo en pequeñas o grandes comunidades unidas con esta reflexión a través de la radio, la orientemos a pedir por el Santo Padre. El Papa Pablo VI cumple mañana ochenta años. El Señor nos lo ha conservado en plena lucidez, con los naturales achaques de los ochenta años, pero con una lucidez de quien es verdadero instrumento del Espíritu Santo para guiar la Iglesia en estos tiempos tan difíciles. Por eso, como una demostración de comunión con el Papa, de adhesión filial, que nuestros pueblos se caracterizan por ese amor al Papa, orientemos nuestra plegaria de hoy, nuestra misa, nuestra comunión, para pedir al Señor como le sabe pedir la Iglesia, esta hermosa jaculatoria que ojalá todos la aprendieran: "Hagamos oración por nuestro Santo Padre, el Papa Pablo VI"- Y el pueblo contesta: "Que el Señor le conserve la vida, le haga feliz en la tierra y no lo deje caer en manos de sus enemigos". Una plegaria litúrgica muy hermosa, que a través de los siglos expresa la comunión del pueblo de Dios con aquél que ha sido puesto como cabeza visible de este mismo pueblo. Yo creo que le hacemos un homenaje al Santo Padre y estamos en plena sintonía con su corazón de pastor, cuando nosotros nos referimos a las realidades de nuestro pueblo.





lunes, 11 de mayo de 2020

Programa 11 de Mayo 2020: Homilía del 24 de Septiembre de 1977


LA IGLESIA JERÁRQUICA

NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED


24 de Septiembre de 1977
Chalatenango


¿Quién nos iba a decir que la Virgen de Mercedes iba a patrocinar en su día, 24 de septiembre, este hecho histórico de Chalatenango? Y es que María, la virgen madre de Cristo, es también madre de esta Iglesia, que en forma tan emocionante está llenando el templo parroquial, hoy convertido en una vicaría episcopal. Es esta muchedumbre, que proclama que María siempre va como madre cariñosa, como reina poderosa con esta Iglesia a través de la historia. Y si hace varios siglos, allá en la Edad Media, ella inspiró, según las necesidades de la hora, aquella orden de padres mercedarios, ahora también inspira en esta hora de Chalatenango, la creación de esta vicaría. Entonces, la Virgen, que siempre sufre con el que sufre, consuela las lágrimas, enjuga los dolores de la humanidad, despertó la vocación de unos hombres para que fueran a liberar a aquellos cautivos cristianos en las mazmorras de los mahometanos, de los sarracenos. Y la historia cuenta como una página gloriosa de la Iglesia siempre su preocupación por el que sufre, ya sea en la cárcel, ya sea en el pueblo. Siempre ha sido la Iglesia la defensora de la libertad, de la dignidad, de los derechos del hombre creado a imagen y semejanza de Dios.
Hoy, como acabamos de escuchar en el evangelio, la Iglesia mira con preocupación este maravilloso departamento de Chalatenango, que ha sido mina de vocaciones fervorosas, sacerdotales y religiosas, tanto de varones como de mujeres consagradas a Dios. Y aquí está la respuesta de Dios por medio de su Iglesia. Dice el Concilio Vaticano II: "Dios hecho hombre quiere trasmitir su verdad y su vida a todos los hombres"; y explica: "Esta Iglesia es, al mismo tiempo que una sociedad visible, es también conductora de bienes invisibles". Si es una sociedad jerárquica compuesta de hombres concretos que la gobiernan, que la rigen, que la enseñan, que la sirven, es nada más que el envoltorio humano para transmitir a través de ese canal que es la jerarquía, el sacerdocio- la organización de la Iglesia para transmitir la verdad y la vida eterna que Cristo trajo al mundo-y valiéndose de una comparación que es toda una teología, dice que la Iglesia es la continuación de la encarnación de Cristo. ¿Qué cosa es la encarnación de Cristo? Es el misterio por el cual un Dios con su vida infinita vino a hacerse hombre, para manifestar a través de sus gestos de hombre la transmisión de esa vida, de esa verdad, de ese poder, de ese consuelo; de tal manera que cuando la mano de Cristo tocaba los ojos de un ciego era la virtud de Dios que devolvía la vista a los ciegos, y cuando la voz humana de Cristo grita frente a la tumba de Lázaro "¡Lázaro ven afuera!", es la virtud de Dios que a través de esa voz humana llama a la vida a un muerto.



domingo, 10 de mayo de 2020

Programa 10 de Mayo 2020: Homilía del 23 de abril de 1978


LA IGLESIA, RETORNO DE CRISTO EN EL ESPÍRITU

QUINTO DOMINGO DE PASCUA


23 de abril de 1978.

Hechos 6, 1- 7
I Pedro 2, 4-9
Juan 14, 1-12

Queridos hermanos:

Es el quinto domingo de Pascua. Como he estado insistiendo, los cincuenta días de Pascua, desde el Sábado Santo en la noche hasta la fiesta de Pentecostés, o sea, la venida del Espíritu Santo (14 de Mayo), son considerados por la Iglesia como un solo domingo, el gran domingo, la gran fiesta del Señor.

Yo quisiera que no perdiéramos de vista esa figura triunfante de Cristo resucitado. Es este el centro del mensaje del Evangelio. Por eso, cuando en el marco histórico que yo trazo para anunciar ese Cristo resucitado, la atención de muchos sólo se queda fija en el marco y critican como si la predicación se hubiera vuelto política, subversiva, revoltosa y todos esos calificativos que ya se han leído en diversos medios de difusión (de difamación, mejor dicho) contra la persona del obispo y la figura de la Arquidiócesis, se distorsiona la verdad del mensaje.

Yo les llamo la atención a que nos fijemos en el centro de mi predicación. No quiere ser otro que un eco del Año Litúrgico. Por eso, voy conduciendo con Uds. esta grey de la Arquidiócesis a lo largo del Año Litúrgico, guiados por la presencia de Cristo. Eso es la liturgia, presencia del misterio salvador de Cristo en la historia del pueblo donde se reflexiona ese misterio. Por eso, lo central es el misterio mismo que salva y, desde ese misterio salvador, se ilumina la realidad que nos circunscribe. Gracias a esto, este misterio salva a los buscamos en nuestra esperanza cristiana, en la figura central del Divino Redentor, la fuerza para dar solución a los problemas tan graves de nuestra Patria. Pero si sólo nos fijamos en el enmarque y solamente miramos la palabra medio de soslayo y no vemos de frente el mensaje divino que nos reclama, entonces en vez de atender con fe, se está escuchando como los fariseos escuchaban a Cristo: a ver en qué lo cogemos, a ver dónde está esa acusación que queremos justificar. Gracias a Dios, apelando al público que me escucha les puedo decir como Cristo a sus enemigos: ¡en público he hablado, preguntad a quienes me han escuchado a ver si es verdad lo que ustedes tratan de esconder en tanta campaña calumniosa!


sábado, 9 de mayo de 2020

Programa 9 de Mayo 2020: Homilía del 18 de Septiembre de 1977


LA PALABRA DE DIOS, EN EL MUNDO DE HOY

VIGÉSIMO QUINTO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO


18 de Septiembre de 1977

Amós 8, 4-7
1 Timoteo 2, 1-8
Lucas 16, 1-13
El objeto de predicar la homilía no es otra cosa que decirles a todos los que estamos en la reflexión de la palabra de Dios que esa palabra se cumple hoy. Es una actualización de la eterna palabra del Señor. Se predica pues en la misa, no por demagogia, como algunos me han acusado, ni porque tengamos manía persecutoria; sino porque queremos iluminar con la palabra eterna del Señor la realidad en que la Iglesia de nuestra Arquidiócesis se mueve y para que todos los que la componemos esta Iglesia, sepamos juzgar las cosas de la historia, no con nuestros criterios personales, sino con la luz de la palabra eterna del Señor, que es la que prevalece para siempre.




viernes, 8 de mayo de 2020

Programa 8 de Mayo 2020: Homilía del 11 de Septiembre de 1977


LA IGLESIA DE LA VERDADERA INDEPENDENCIA, LA IGLESIA DE LA AUTÉNTICA LIBERTAD

VIGÉSIMO CUARTO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO


11 de Septiembre de 1977

Éxodo 32, 7-11. 13-14
Timoteo 1, 12-17
Lucas 15, 1-32

Queridos hermanos:

Queremos agradecer la solemnidad que ha procurado para esta misa doña Teresa Sánchez Yanez, quien quiere anticipar así una plegaria por la patria y al mismo tiempo por el eterno descanso de su difunta, Antonia Yanez. También nos unimos al pesar de nuestro querido Monseñor Luis Chávez y González, que en estos momentos estará junto al cadáver de su hermana Carmen Chávez viuda de Hernández, allá en Rosario de Cuscatlán. Hasta allá llegue, pues, nuestro pésame, el de todos ustedes, queridos radioyentes y hermanos presentes en Catedral, a quienes pido una oración por el eterno descanso de estas almas. También encomendemos la angustia del hogar de la Señora Lima de Chiurato. Como saben, fue secuestrada y aún no se sabe nada. Todo lo que es sufrimiento humano, la Iglesia lo siente como propio.



jueves, 7 de mayo de 2020

Programa 7 de Mayo 2020: Homilía del 4 de Septiembre de 1977


IGLESIA DEL ESPÍRITU SANTO Y DE LA CRUZ

VIGÉSIMO TERCER DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO


4 de Septiembre de 1977

Sabiduría 9, 13-19
Filemón 9b-10, 12-17
Lucas 14, 25-33
Junto al altar ven ahora a un grupo de niños y jóvenes. Es el grupo de cruzados montañeros, que cumplen hoy diez años de su fundación por Monseñor Alférez, en la Iglesia de Candelaria, de donde se ha esparcido por otras parroquias, donde grupos de niños y jóvenes fomentan, en una sana recreación, su educación cristiana. Yo quiero felicitarlos y desearles que sigan en las parroquias progresando ahora cuando es tan necesaria toda forma pedagógica de llevar al corazón de la juventud y de la niñez los principios de austeridad del evangelio. Precisamente hoy nos proclama.

También en esta semana, hemos tenido que lamentar nuevas publicaciones difamatorias contra la Iglesia, hasta caricaturizando al obispo como que fomenta a los que siembran la guerrilla. Es calumnia vil y con todo el corazón los perdono y pido al Señor que se conviertan de verdad. Sin duda que me están escuchando, porque son nuestros perseguidores los que con más interés siguen nuestra palabra. Escúchenla, por favor, pero con la buena voluntad con que un hombre honesto quiere encontrar la verdad y no el pretexto para seguir sembrando el mal y la confusión. Ha habido muchas confusiones en estos días. Pero la Iglesia siente la serenidad de amar la verdad y proclamarla; y el pueblo encuentra en ella cada vez más, aquella columna de verdad que Cristo quiso de ella.

Y precisamente, por este afán de poner en todas las posiciones de la diócesis los sacerdotes que, en comunión con el obispo, trabajen la verdadera misión actual de la Iglesia, hemos provisto nuevas parroquias: en la colonia Costa Rica, el padre Arturo García Velis. El párroco de esa colonia pasó a Quezaltepeque, y seguiremos estudiando cómo cubrir los campos que nos ha dejado la persecución con vacío de unos veinticinco sacerdotes. Le suplico a ustedes encarecidamente rogar mucho al Señor de la mies, para que envíe obreros a su mies.

Los laicos, por su parte, van comprendiendo su papel; y llena de satisfacción el corazón mirar cómo el laicado en todos los estratos profesionales, universitarios, estudiantes, campesinos, obreros se están promoviendo, sintiendo una Iglesia cada vez más auténtica, que reclama de sus bautizados la cooperación que en esta hora difícil tiene que dar. Grupos de comunidades eclesiales de base surgen por todas partes y son verdaderas colmenas del quehacer de Cristo. Me da mucho gusto recibir las impresiones de toda esta gente, que a lo largo de la Arquidiócesis va surgiendo. Nuevas comunidades religiosas también irán a ocupar campos de apostolado directo en los pueblos, principalmente donde no hay sacerdotes.

Creo, hermanos, que vivimos, como lo dije en mi primera carta pastoral, una hora pascual de la Iglesia, hora pascual que arranca de la cruz de Cristo, que es sufrimiento, pero que también es fecundidad. Y a esto nos invita la preciosa palabra de Dios que se ha proclamado hoy. Yo quisiera reducirla a estas dos ideas, siempre tratando de definir la posición, la naturaleza, de esta Iglesia, a la que tenemos la dicha de pertenecer, rogando a todos los que a ella pertenecen, queridos católicos, que tomemos conciencia de que esta Iglesia que poseemos, que hemos llegado a conocer por la gracia de Dios, no por nuestros méritos, y a la que tenemos el inmenso honor de servir, no es invento de sabiduría humana, sino que es la realización de los ideales de Dios en la tierra. Y para comprenderlos, nunca los comprenderemos en esta tierra, pero tratamos de por lo menos no oponernos como un pecado contra el Espíritu Santo, sino que tratamos de adentrarnos más y más, en ese misterio, cada domingo en que la palabra de Dios, nos diseña con más claridad qué quiere él de la Iglesia en el mundo, en medio de una humanidad a la que él ama, y a la que envía a su Iglesia a salvarla, a iluminarla. Y las dos ideas son éstas: primero, la Iglesia del espíritu Santo, y segundo, la Iglesia de la Cruz y del desprendimiento. Esto es lo que se me ocurre destacar en esta lectura que acaban de escuchar. Y como un botón de muestra, la segunda lectura, una breve carta de San Pablo a Filemón, que nos presenta la figura del auténtico cristiano, del auténtico promotor de la liberación humana y de la justicia social en la Iglesia.



miércoles, 6 de mayo de 2020

Programa 6 de Mayo 2020: Homilía del 28 de Agosto de 1977


LA IGLESIA DE LA ALIANZA Y DE LA POBREZA

VIGÉSIMO SEGUNDO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO


28 de Agosto de 1977

Eclesiastés 3, 19-21.30-31
Hebreos 12, 18-19.22-24a
Lucas 14, 1.7-14
…muy buenas, en cambio, en el mismo cantón El Salitre, no se sabe nada de la noticia que dio Diario de Hoy ayer, acerca de un policía herido por salteadores. Se trata de lo mismo para tergiversar el hecho injusto o se ha equivocado de lugar el cronista y esto ha sucedido en otra parte, porque en El Salitre solamente se sabe de esta captura de la madrugada del viernes y del haber encontrado muertos a machetazos a estos pobres tres cristianos. Queremos unirnos al dolor de su familia y queremos ser la voz de los que no tienen voz para gritar contra tanto atropello contra los derechos humanos. Que se haga justicia, que no se queden tantos crímenes manchando a la patria, al ejército, que se reconozcan quiénes son los criminales y que se dé justa indemnización a las familias que queden desamparadas.

Nuestra radio católica ha comentado ya suficientemente este hecho. Solamente quería traerlo a la intención de esta misa, para que pidamos al Señor, como siempre, el eterno descanso de ˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆˆe las armas, el espionaje, la guerra psicológica.




martes, 5 de mayo de 2020

Programa 5 de Mayo 2020: Homilía del 21 de Agosto de 1977


CARACTERÍSTICAS DE NUESTRA IGLESIA

VIGÉSIMOPRIMER DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO


21 de Agosto de 1977

Isaías 66, 18-21
Hebreos 12, 5-7.11-13
Lucas 13, 22-30

Queridos hermanos:

La palabra de Dios se proclama concretamente para la comunidad que la está reflexionando. Ya que a través de la radio esta comunidad se agranda inmensamente, quisiéramos, pues, que esta palabra fuera luz, esperanza, fe en los acontecimientos de todo este conglomerado, gran parte del pueblo salvadoreño, y que desde la fe de nuestra Iglesia vivamos, por más trágicas y duras que sean las situaciones, la verdadera alegría de pertenecer a este Reino de Dios que se alimenta de su palabra y que va caminando firme, porque sabe quien va con él, el Señor, y hacia dónde marcha.

lunes, 4 de mayo de 2020

Programa 4 de Mayo 2020: Homilía del 15 de Agosto de 1977


SERVICIO DE LA IGLESIA

FIESTA DE LA ASUNCIÓN


15 de Agosto de 1977

Apocalipsis 11, 19a, 12, 1-6.10ab
1 Corintios 15, 20-26
Lucas 1, 39-56

… todo este gesto tan amable de su presencia y sobre todo de su oración, por este servidor de ustedes, a quien abruma este cariño del pueblo y por el cual estoy dispuesto a seguir dando los años que el Señor me conceda. Y considero como un bello regalo de cumpleaños, que la Iglesia misma se hace, este nuevo diácono que vamos a ordenar.



domingo, 3 de mayo de 2020

Programa 3 de Mayo 2020: Homilía del 16 de abril de 1978


EL BUEN PASTOR


CUARTO DOMINGO DE PASCUA


El Rosario
16 de abril de 1978

Hechos 2, 14a. 36-41
Pedro 2, 20b-25
Juan 10, 1-10

Queridos hermanos:


Este domingo es el cuarto domingo de Pascua. Ya saben que son siete los domingos pascuales y todos constituyen una unidad: la proclamación solemne de Cristo vivo que no morirá más, despertando en el pueblo un sentido de confianza, de fe, de magnanimidad. Entre los domingos de pascua, los primeros tres nos narraban episodios de las apariciones de Cristo resucitado, este cuarto domingo viene a ofrecernos como una síntesis preciosísima la figura de Cristo, Buen Pastor. Por eso se llama este domingo, el domingo del Buen Pastor.

Por eso, el Papa Pablo VI, desde hace 15 años, ha querido que este domingo del Buen Pastor sea también el domingo de oración por las vocaciones sacerdotales y religiosas. Tenemos, pues, motivos muy poderosos para que nuestra plegaria, nuestra eucaristía de este domingo, sea verdaderamente un domingo de oración, intensa oración, abrirnos a la esperanza, a la fe de esta Iglesia que ahora prolonga la figura del Buen Pastor gracias a los pastores, a las almas consagradas a El que lo van haciendo presente en formas tan diversas en el mundo.

Por eso, las ideas de mi homilía tienen que engarzar todo esto. Yo presentaría estas tres ideas:

1ª) Las circunstancias en que se proclama la resurrección de Cristo. (Hay que tenerlas muy en cuenta para que el evangelio de Cristo resucitado sea el que ilumine nuestra historia).

2ª) Ese mensaje de Cristo resucitado se presenta hoy bajo la figura de un pastor. (Hoy esta es la imagen que debemos de llevar a nuestros hogares, a nuestra sociedad, a nuestro ambiente: Cristo es el Buen Pastor, vive hoy como un pastor que ama a su grey).

3ª) Nosotros somos esa grey, el mensaje se dirige al pueblo como una vocación, un llamamiento (y allí encontraremos pues, el mensaje del Papa en este año, a las vocaciones).





sábado, 2 de mayo de 2020

Programa 2 de Mayo 2020: Homilía del 14 de Agosto de 1977


EL MENSAJE DEL PROFETA

VIGÉSIMO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO


14 de Agosto de 1977

Jeremías 38, 4-6.8-10
Hebreos 12, 1-4
Lucas 12, 49-53

…participarles las preocupaciones, alegrías y esperanzas de la diócesis y compartiendo también los problemas de todos ustedes, iluminará sobre toda esta realidad de nuestra historia, la palabra de Dios, el verdadero camino que hemos de seguir.

Mañana es el gran día de la Asunción en cuerpo y alma de María a los cielos. Esta marcha triunfante de María después de una vida entregada a Dios es todo un mensaje. Procuremos, si tenemos tiempo, asistir a la santa misa, o por lo menos en nuestros hogares reflexionar en esa madre nuestra, que al escalar los cielos, se constituye en reina del universo; sin embargo, siempre tiene sus ojos bien encarnados en esta tierra, le preocupa nuestra vida y por tanto, pues es un motivo de gran confianza y de esperanza: María coronada en el cielo, como premio de sus virtudes.

A las 11 de la mañana tendremos aquí una misa en la cual va ser ordenado de diácono un joven que ha terminado ya sus estudios teológicos, Jorge Benavides. Queremos, con este motivo de la fiesta de la Asunción, felicitar a los católicos de la parroquia de Mejicanos que la celebran por patrona y a la congregación de las religiosas de la Asunción, que también sienten su fiesta principal el 15 de agosto.

Quiero comunicarles también, para encomendar a sus oraciones, que martes, miércoles y jueves de esta próxima semana los sacerdotes y las religiosas dedicadas a los trabajos directos de la pastoral en los pueblos, nos vamos a reunir para estudiar un documento que yo quisiera que todos lo conocieran, escrito por el Papa Paulo VI. Se llama, según los documentos eclesiásticos, toman su nombre de las dos primeras palabras latinas, la lengua oficial de la Iglesia. Escribe estos documentos en latín, luego se traducen a todos los idiomas; pero el nombre de ese documento sigue llamándose según sus dos palabras primeras. Este se llama Evangelii Nuntiandi y trata de la evangelización del mundo actual. Es una recopilación que el Papa hizo de una gran consulta hecha en 1974 a todos los episcopados del mundo, preocupada la Iglesia de llevar su eterno mensaje al hombre de hoy, tan complicado, tan difícil. Y nosotros pues recogiendo esas pautas tan sabias del episcopado del mundo y sobre todo del maestro supremo de la Iglesia, el Papa, vamos a profundizar para que nuestra evangelización en la arquidiócesis corresponda a toda esa serie de iniciativas maravillosas. Esperamos pues, que todos lo sacerdotes y religiosas dedicadas a la pastoral directa vamos a unificar nuestros criterios, a exponer nuestras dificultades y para que no se sientan en la diócesis como dos Iglesias. Así da la impresión a veces de ciertas personas que critican las actitudes, los criterios del Arzobispo y de los sacerdotes que están con él, como si ellos formaran otra Iglesia, capaz de criticar a la Iglesia jerárquica. No es tiempo de estas desuniones. Es tiempo de dialogar, y aquí están estos tres días para que dialoguemos a fondo. En aquellas cosas en que no están de acuerdo, veamos si estamos equivocados. No se trata de imponer ningún capricho, sino de realizar nuestra gran tarea evangelizadora con unos criterios que, aunque no le gusten al mundo, le gustan a Dios y a las almas que quieren ser fieles al plan de Dios.

Quiero anunciarles también con alegría que en esta próxima semana, si Dios quiere, voy a tener ya editada la pastoral que les anuncié el 6 de agosto y que trata de la Iglesia como cuerpo de Cristo en la historia, es decir que la Iglesia de cada tiempo no hace más que hacer lo que haría Cristo en este tiempo; si Cristo fuera salvadoreño en 1977, ¿qué haría? Esa es la pregunta de la Iglesia, y eso hace la Iglesia.

También quiero transmitir la inquietud de varias comunidades cristianas, que están denunciando y demostrando su solidaridad con la catequista Filomena Portillo Puerta, joven de 21 años, que fue capturada el 30 de julio en Ciudad Delgado y apareció muerta allá por Tejutla en Chalatenango. ¿Qué pasa? ¿Están mejorando las cosas o siguen lo mismo? Porque también un catequista del Padre Salvador Colorado, en Ciudad Delgado, fue capturado y torturado, y amenazado de muerte junto con el Padre Colorado, el cual ha tenido, pues, una crisis nerviosa que está tratando de curar. Esta es persecución también.

Se piden noticias de encarcelados, de desaparecidos; y la Iglesia, que no puede menos que mostrarse solidaria con los derechos humanos, con los sufrimientos de los hogares que ven desaparecer su gente, no puede tener confianza mientras no se hable con hechos un ambiente mayor de confianza. También les anuncio la publicación, ya está en circulación, de los documentos de Medellín, que es un esfuerzo de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas para poner al alcance de nuestro pueblo esos documentos que ningún católico de hoy debe desconocer. Es una lástima que muchos están conociendo esos documentos a través de anteojos falsos; vidrios que distorsionan son esas publicaciones tendenciosas, dispuestas a que el mundo crea que la Iglesia es marxista, y muchos no conocen los documentos de Medellín, más que a través de esas columnas venenosas.

Por favor, yo creo que ya contamos con católicos maduros en su criterio y no porque están impresos en periódicos o porque se ven en televisión o en radio, se cree que son dogmas de fe. Vayan a las fuentes. Usen su sentido crítico de las cosas. Cuando lean en un periódico, aunque sea en páginas editoriales, tienen ustedes su criterio para decir: eso es mentira; eso ya se ve que tiene sus tendencias. Así es como se va mostrando la madurez de juicio del hombre que lee y va al cine. Ninguna película sería mala si el que va al cine tiene criterio propio y sabe condenar la inmoralidad, todo lo que es censurable. No necesita que le digan: permitido para tal edad. Su criterio es la edad principal. Y así, pues, se trata de que estos documentos de Medellín, hay que conocerlos en su propia fuente. Ya están a la mano esas fuentes. Yo supliqué que trajeran a la Catedral hoy. Supongo que al final de la misa estarán disponibles; y si no, pues, búsquenlos en las librerías católicas, en las oficinas del Arzobispado.

Y otros hechos de violencia, hermanos, que han sucedido en estos días, la Iglesia no puede aceptar la violencia de ninguna forma, tanto esos crímenes y esas capturas y esas torturas son hechos de violencias como también una bomba que estalla en San Salvador, como también el secuestro del Dr. Carlos Emilio Alvarez. Ninguna de esas de cosas pueden ser aprobadas por la Iglesia. La violencia es inhumana. No construye. Destruye, destruye sobre todo las esperanzas de mejorar. Yo suplico pues con toda la autoridad que la Iglesia me da, ante mi querido pueblo, que pensemos con Dios, el Dios de paz, el Dios que nos ama, el Dios que a los mismos pecadores perdona si ellos se arrepienten.

Una de las cartas más bonitas que llegan en esta semana es aquella que dice: "Lo que más me admira de la Iglesia de estos días es que, a pesar de haber sufrido tantos atropellos y hasta asesinatos, nunca se le ha oído una palabra de odio ni de venganza, sino siempre una palabra de amor y de conversión". ¡Qué bien captan las almas humildes las intenciones de la Iglesia! Y yo me alegro de que así se sienta, mientras que otros siguen tercos en acusar a la Iglesia de violenta y que es causa de los males. Los que escuchan sin perjuicios, sin intereses egoístas, escuchan el verdadero lenguaje de la Iglesia: No a la violencia; un llamamiento a la conversión de los pecadores, como dije aquí el día de las exequias del Padre Grande, "¿Quién sabe si los asesinos de esta víctima me están escuchando por radio? Sepan que no los odiamos, que pedimos a Dios que se arrepientan" y vengan con nosotros un día a recibir el pan que Dios da con un beso de amor, aun a los pecadores, aun a los asesinos. Qué alegría sentiría la Iglesia el día en que todos los que han escrito o pagado escritos o usado armas, a humillar pueblos, o torturando gente con un sentido tan brutal de la vida, se convirtieran, vieran que eso no puede ser y volvieran arrepentidos a pedirle perdón a Dios, que todavía los está esperando. Desde luego que Dios les da vida a los pecadores; es porque está esperando. Ojalá, queridos amigos que me están escuchando (tal vez humillados de lo que han hecho, porque la violencia nunca es un orgullo, y el que golpea a otro hombre siempre siente la vergüenza; él está más humillado que el mismo golpeado) sientan de veras que eso es vergonzoso, sobre todo en un país que se llama civilizado y que si de veras le queremos dar un rostro bello a nuestra patria, lavémosla en la conciencia íntima sobre todo de los que son culpables, causantes, patrocinadores, tolerantes, alcahuetes, de esta situación que no puede seguir.






viernes, 1 de mayo de 2020

Programa 1 de Mayo 2020: Homilía del 7 de Agosto de 1977


EL DIVINO SALVADOR DEL MUNDO

DECIMONOVENO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO


7 de Agosto de 1977

Sabiduría 18, 6-9
Hebreos 11, 1-2.8-9
Lucas 12, 32-48
Estimados hermanos:

En esta semana, la Iglesia de la Arquidiócesis ha vivido su gran apoteosis patronal. Yo quiero felicitar al pueblo por su fervor, por su entusiasmo para con su divino patrono, y agradecer de manera especial a todas las personas, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos, que contribuyeron de una u otra forma a esta esplendorosa festividad del Divino Salvador.

También, esta semana nos deja un saldo de luto, el jueves dimos sepultura en Cojutepeque, a un sacerdote venerable de nuestro presbiterio, al Padre Manuel Guardado, de 79 años de edad. Una vida oculta como la violeta, pero como la violeta llena de una hermosura muy espiritual. Un hombre muy inteligente; era doctor y pasaba su vida estudiando. Un ejemplo de una ancianidad que está al día en el pensamiento de la Iglesia. Entre los testimonios de su entierro, me gustó mucho escuchar al párroco de Cojutepeque, el Padre Ayala, decir que a pesar de la diferencia de edad, el Padre Guardado era para él una guía, y con él comentaban. El vivió intensamente esta renovación de la Iglesia en el Concilio Vaticano II y en Medellín y en vez de escandalizarse, como muchos más jóvenes que él, sabía que la Iglesia no se puede equivocar. Amaba a su Iglesia, y por eso la siguió hasta el final de su vida; y a pesar de sus ochenta años, el Padre Guardado era un hombre al día con el pensamiento de la Iglesia. Cómo quisiéramos que ese espíritu de un anciano se trasladara a toda la comunidad y a todas las edades, para ponerse al día con el pensamiento de la Iglesia. Que ésta es precisamente la lástima más grande de nuestro tiempo, el no querer comprender a esta Iglesia.

Y a pesar de todas las cosas de esta semana, y mejor dicho, valiéndose de la historia concreta de nuestra Patria, de nuestras familias, de nuestras diócesis, Dios está operando su salvación. Ayer les anunciaba que va a salir publicada una pastoral. Una carta pastoral es el magisterio con que los obispos presentamos las orientaciones a la diócesis, y en esta pastoral queremos precisamente, orientar a muchas mentes confusas, los que por buena voluntad se sorprende de estos cambios actuales de la Iglesia, como que tambalea su fe, y dudan. Y les queremos decir allí que no hay razón para dudar. Los que con mala voluntad persiguen a la Iglesia, esos son pecadores contra el Espíritu Santo, y eso, sí, no es una gracia muy especial de Dios. Es lástima, costará convertirlos.

La pastoral va dirigida, pues, al pueblo bueno, al pueblo de buena voluntad o a aquellos que dudan con buena voluntad, buscando la luz y la verdad. Y no perdemos la esperanza tampoco de que también los de mala voluntad, los que la persiguen y calumnian, los que, como dice la Sagrada Escritura, han pervertido su corazón por servir más a las criaturas que el Creador pidamos, hermanos, para que todos nos convirtamos de verdad al Señor. Y en esa pastoral está el pensamiento que hoy se ilumina maravillosamente con la palabra de Dios.